Es un buen momento para repensar la estructura de Recursos Humanos, con todos los cambios que han ocurrido y los que seguramente están por venir. El trabajo a distancia llegó para quedarse, los negocios se hicieron más digitales, las generaciones de millenials con su nuevo perfil ya están presentes en pleno en la fuerza laboral, pero al mismo tiempo las exigencias de rentabilidad para las empresas seguirán presionando los costos y la eficiencia.
El rol de business partner representa el intento de recursos humanos por centrar sus esfuerzos más en las necesidades de las personas que de los propios ejecutivos a cargo de recursos humanos. La idea es que los líderes del negocio, es decir, los gerentes de los procesos claves como ventas, producción, y atención a clientes reciban todo el apoyo de las áreas de apoyo como recursos humanos y de tecnología. La pregunta es cómo hacerlo de manera eficiente y con el mínimo costo. Por eso surgió la idea de tener “socios del negocio”, profesionales que atienda a estos procesos claves de la manera más rápida y efectiva posible.
Los beneficios de este rol son varios. Ofrecen una ventanilla única para que los líderes del negocio pueden recibir el soporte necesario para resolver sus problemas relacionados con las personas. También coloca del mismo lado de la mesa a ambos, en el sentido de que el objetivo es ayudar a que el negocio funcione mejor, aprovechando el potencial y talento de las personas. Así los expertos en los asuntos relacionados con las personas pueden contribuir con su expertise a que los líderes puedan focalizarse en los múltiples desafíos del negocio mismo.
Los desafíos para este rol también son variados y no siempre fáciles de resolver. Además de conocer las herramientas disponibles para gestionar a las personas, el BP tiene que conocer en profundidad el negocio del proceso que está atendiendo. Por ejemplo, si la necesidad del líder es reclutar y seleccionar vendedores, o cómo diseñar los sistemas de incentivos que estén alineados con las metas de la empresa, el BP tiene que entender el perfil de los vendedores, qué es lo que los motiva, cuál es la mentalidad típica de las personas del área comercial, cuál es la realidad del mercado de la empresa, y cómo son los clientes con los que se enfrentan. Encontrar y atraer a profesionales que tengan este doble conocimiento no es fácil.
Otro desafío para el rol de BP es que deben tener la habilidad para interactuar con los líderes. Los gerentes suelen tener un alto sentido de urgencia, porque las cosas en la realidad cambian de la noche a la mañana. Por ejemplo, con la pandemia del Covid19 se tuvo que trasladar súbitamente el trabajo a las casas, pero las personas no estaban acostumbradas a tener reuniones con teleconferencia y, probablemente, no tenían ni los equipos ni la tecnología para conectarse. El área de sistemas de las empresas estaba acostumbrada a manejar la seguridad restringiendo el acceso a sus servidores para evitar la acción de los hackers, y de pronto las conexiones remotas se hicieron imprescindibles para cientos de empleados. Esto bajó la productividad e hizo más lenta la operación, lo que a su vez hizo que los procedimientos de evaluación del desempeño quedaran obsoletos, sin hablar de que las metas de venta y operaciones se hicieron casi imposibles de cumplir.
El modelo más común de organización de los Business Partners es que cada uno atienda uno o más procesos estratégicos dentro de la empresa, con una unidad común de especialistas en las diferentes herramientas de recursos humanos. Por ejemplo, los centros de capacitación y aprendizaje son un típico centro especializado. Se supone que, identificada la necesidad de entrenamiento por el BP, este centro diseña y ejecuta la solución de aprendizaje. El BP debe mantener la supervisión de la solución y confirmar con su cliente interno de que la necesidad quedó resulta adecuadamente. El desafío que presenta esta forma de operar es que la coordinación y manejo de esta solución sea fluida, conduciendo todo el proceso desde la clarificación del requerimiento del líder del negocio hasta su solución. Es como un jefe de proyecto, que requiere de mucho liderazgo tanto en la etapa del diseño de la solución como luego en la ejecución y entrega del servicio. Debe conciliar la tendencia de los expertos a preferir soluciones perfectas e ideales con las necesidades urgentes y a veces poco realistas de los líderes del negocio. Esto conjunto de habilidades tampoco es fácil de encontrar.
En las grandes corporaciones se ido sofisticando este enfoque de BP, incluso se están proponiendo estructuras más complejas para las áreas de recursos humanos como la que sugiere el artículo de Gartner de este número del AdistraNews. Mi sugerencia es que con el rol de BP bien definido es suficiente, no es necesaria tanta sofisticación. Es hora de hacer que el modelo funcione como corresponde, ajustando la dotación de recursos humanos a los presupuestos disponibles en tiempos de muchos cambios. Si puedes entrenar y desarrollar las habilidades de tus BP para que superen estos desafíos, podrás conseguir un excelente nivel de servicio a los líderes del negocio.
Eduardo Saleh Sabat
Psicólogo Organizacional
Enero 2021
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